Entre los cerros nací
en la frontera de Acuario
una noche de febrero
cuando la luna del pueblo
retozaba en los traspatios
Miré a mi madre rendida
de tanta luz que me daba
y entre dolor y sudor
me dio su leche de amor
y me dormí entre sus alas
Y fue creciendo y creciendo
me sorprendió el silabario
y descubrí mi futuro
en cada trazo inseguro
y en cada abrazo de hermano
Y fui creciendo y creciendo
desde mi mundo de enano
y comprendí que las cosas
sólo serían hermosas
cuando luchamos por algo
Un día de tantos que anduve,
anduve medio enredado
cuando en un palo’e jocote
junto a su nombre, mi nombre,
grabé con letras de sangre
Me enamoré de sus pechos
que descubrí aquel sábado
con su sonrisa de niña
vendiendo fresco y rosquillas
en la esquina de mi barrio
Y fui creciendo y creciendo...
Y aprendí de los adultos
que los hombres no lloraban
hasta que en una cantina
tocando una mazurquita
yo vi llorar a mi padre
Y desde entonces yo supe
que inventaría canciones
y que sería mi destino
ser trovador de caminos
pa’defender mis razones
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